Se puede decir que hoy sentí más que nunca lo que se llama el síndrome del nido vacío,
Esa sensación de desolación, de que te hacen un lado, de que ya estás de más en su vida.
Me sentí desplazada... Así como si mi corazón se quebrara.
Aquí conmigo misma reflexiono lo que fue mi vida estos últimos 21 años, solo una razón, un motivo, un motor que impulsaba mi vida, mi mundo lo volqué en una sola dirección SER MADRE y me olvide de vivir.
Hoy sentí ese vacío tan hondo dentro de mí, y lo comprendo, lo entiendo, sabia que tendría que pasar.
Allí entre la multitud de la gente, solo escuche _sigue tu camino mami_ y se perdió entre su nuevo mundo y lo veía sonreír con esa felicidad en su mirada que solo se vislumbra cuando se está enamorado.
Seguí mi camino pausado, con un poco de pesar, pero a la vez feliz, porque soy feliz a verle feliz.
El tiempo ha pasado ya no es mi bebe que camina de mi mano, ya es un hombre que camina abrazado al amor.
Conmigo misma estoy aquí… con una sacudida que me hace ver que debo dejarle vivir y que es tiempo para comenzar vivir para mí.
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